R. ELIAS, SANTIAGUEÑO Y BAILARÍN, CUANDO EL LEGADO CULTURAL SE LLEVA ADENTRO NO HAY DESARRAIGO

CANAL 5, tuvo la oportunidad de charlar con un santiagueño de ley, nacido en Añatuya, desde muy chico se dedicó a la danza tradicional argentina, como no podía ser de otra manera también es zapateador, no hubo festival en el país que lo tuviera ausente, cosechó aplausos, prestigio, amigos, admiradores, contó con el cariño familiar y el reconocimiento de su provincia- Claro que plata no había y como todo joven del interior, viajó a la gran ciudad con dos propósitos muy claros, el primero conseguir trabajo y el segundo con la base del trabajo estudiar medicina. Pero claro como queda dicho, usanzas y costumbres del pago natal tiran más que una yunta de bueyes y en la primera oportunidad Roberto se engalanó con la danza para no dejarla jamás y le dijo adiós al estudio.- Después se enamoró de esa otra danza que en el misterio de sus arabescos, se confunde el olor a piel, los latidos del corazón se escuchan cual redobles de mil tambores, se juntan los alientos, se abraza el talle como se abraza un sueño para no dejarlo partir y cuando suena la música comenzaba a sentir que su vida tenía un sentido de fluctuación, sereno suave, sentimental, extraño y conocido a la vez. Claro es el TANGO, el imán que lo amarró para siempre, hoy Roberto es uno de los tantos bailarines de Tango y Folklore, que dejan su legado cultural a los más jóvenes y a los no tanto, que por designio de la la vida “Encontraron el TANGO, a la vuelta de la esquina” Compartimos la primera parte de la nota.-